Mujer cosiendo

Afuera está el escándalo
del sol,
y la garganta
de la cal desollada que responde
bramando de terror:

la zarabanda
maníaca de la luz
–la quema grande.

Y adentro, fresca, la penumbra
como un baño de paz
–agua del bosque
de la eterna delicia–
la penumbra

en que tu aguja salta
–leve
pececillo de lumbre–
y a la tela
vuelve otra vez
iluminándonos.

Eliseo Diego

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