—¿Podría decirme, por favor, qué camino debo tomar?
—Eso depende de a dónde quieras ir —respondió el Gato.
—Lo cierto es que no me importa demasiado a dónde… —dijo Alicia.
—Entonces tampoco importa demasiado en qué dirección vayas… —contestó el Gato.
—…siempre que llegue a alguna parte —añadió Alicia, tratando de explicarse.
—¡Oh, te aseguro que llegarás a alguna parte —dijo el Gato— si caminas lo suficiente!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Entrada anterior Un instante
Entrada siguiente El primo Ángel