La estación del ferrocarril

Fuiste avisado
con una carta no enviada.

Lograste no llegar
a la hora prevista.

El tren llegó al andén número tres.
Bajó mucha gente.

Entre la muchedumbre se dirigió a la salida
la ausencia de mi persona.

Varias mujeres me sustituyeron
rápidamente
en aquella prisa.

A una de ellas se acercó corriendo
alguien desconocido para mí
pero ella lo reconoció
al instante.

Ambos intercambiaron
un beso no nuestro,
durante el cual se perdió
no mi maleta.

La estación de la ciudad de N
pasó bien el examen
de la existencia objetiva.

La totalidad estaba en su lugar.
Los detalles se movían
por las vías marcadas.

Tuvo lugar incluso
la cita acordada.

Fuera del alcance
de nuestra presencia.

En el paraíso perdido
de la posibilidad.

En otra parte.
En otra parte.
Como suenan estas palabras.

Wisława Szymborska

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